La vida moderna es extraña y, casi siempre, cara. Hoy varios ejemplos de lo exigente que puede ser tratar de estar al día: desafíos en redes sociales que se te van de las manos, pilladas conyugales épicas, incomprensibles objetos de culto, aplicaciones loquísimas, giros de tuerca gastronómicos…
Las galletas nos las hemos comido pero tenemos cookies.
Si sigues navegando das tu consentimiento para la aceptación de cookies y nuestra política de cookies. MÁS INFORMACIÓN