A cada información Edurne le atribuye un sonido. Al priapismo, a los hurtos rarunos, a las electrocuciones o a los delirios gastronómicos. De este modo, la cosa queda más vestida y evocadora. En definitiva, asombrosa.
Las galletas nos las hemos comido pero tenemos cookies.
Si sigues navegando das tu consentimiento para la aceptación de cookies y nuestra política de cookies. MÁS INFORMACIÓN