Edurne Baz insiste en recordar las ¿melodiosas? voces de varios infantes que hicieron su aportación musical a tiernas edades. La mayoría cantan con el ojete, siendo honestos; pero a nosotros nos gusta escucharles porque nos conectan con la infancia egebera. Eso es así.
Las galletas nos las hemos comido pero tenemos cookies.
Si sigues navegando das tu consentimiento para la aceptación de cookies y nuestra política de cookies. MÁS INFORMACIÓN