Implantan la reliquia de un santo a un manco al intercambiarse por error los paquetes en un centro de transporte.

El volumen de mercancías que transitan a diario por un centro de logística debería tenerse en cuenta para tratar de ser más condescendientes con la confusión. Ambos paquetes llevaban el distintivo de material sensible. La mano de un pianista fue a parar a una talla de San Isidro de una parroquia de Albacete y la reliquia, una mano que semeja la pata de un pollo quemado, al muñón de Samu Ñones.

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