Y lo hicieron con tal virulencia que treinta de ellos han perecido. Los agudos de la pluma de Javi Brante interfirieron con la longitud de onda del sonido que emiten estos insectívoros para orientarse produciendo una confusión fatal en su manera de guiarse. Algunos ornitólogos tildan a Javi Brante de asesino silente. Hablamos con él.
Las galletas nos las hemos comido pero tenemos cookies.
Si sigues navegando das tu consentimiento para la aceptación de cookies y nuestra política de cookies. MÁS INFORMACIÓN